Tal como establece el artículo 2 de la Ley de Propiedad Intelectual vigente: “La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial, que atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra, sin más limitaciones que las establecidas en la Ley “.
¿Qué significa esto? Pues básicamente que la propiedad intelectual integra un conjunto de derechos que corresponden a los autores y otros titulares respecto de las obras y prestaciones fruto de su creación, tales como:
Derechos de autor, que se generan vinculados a la creación de obras literarias, científicas y artísticas, expresadas por cualquier medio o soporte, y, por otro lado, derechos de propiedad industrial, que incluye invenciones, marcas, patentes, modelos industriales, etc.
En general, los derechos de autor son los derechos que tienen los creadores sobre sus obras.
Por el simple hecho de haber creado un contenido, el autor es el titular de estos derechos, está protegido por la ley y no necesita registrar su obra en ningún sitio ni hacer trámite alguno para disfrutar de dichos derechos.
¿Qué incluyen los derechos de autor?
Derechos patrimoniales que permiten al autor de la obra obtener compensación económica cuando otros la utilicen y su vigencia varía según los países y diferentes legislaciones, pero dura de media toda la vida del autor más unos 70 años.
Derechos morales, que tratan de proteger los intereses no financieros del autor y que se pueden resumir en 4 aspectos:
El autor de una obra podrá decidir si ésta puede ser divulgada y en qué forma.
El autor también podrá determinar si quiere ser mencionado, utilizar un seudónimo o si prefiere permanecer en el anonimato cuando su obra se divulgue.
Tiene derecho a exigir el reconocimiento de su autoría.
Tiene derecho a exigir que se respete la integridad de la obra, impidiendo cualquier modificación o alteración de la misma que vaya contra sus intereses.
¿Qué es la Propiedad Intelectual y qué regulación tiene?
La Propiedad Intelectual nace asociada a las creaciones intelectuales de la mente humana, por el mero hecho de su creación y se regula en España por el Real Decreto-ley 12/2017, que modifica la Ley de Propiedad Intelectual o L.P.I. (Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril) a la que hemos mencionado al comenzar este artículo.
Dado el ingente volumen de contenidos que se genera a diario en internet, no debemos olvidar en ningún momento, que los preceptos de la normativa de la propiedad intelectual continúan siendo vigentes en la red, y los derechos de autor que establece la normativa vigente deben seguir siendo respetados por muy fácil que resulte acceder a dicha información.
No obstante, es cierto que uno de los mayores peligros de internet es la facilidad para el plagio o robo de contenidos y otras vulneraciones de los derechos de autor.
Por lo tanto, cualquier creación nace con copyright sin necesidad de «declararlo»: por lo que nadie puede copiar, distribuir, comunicar públicamente ni transformar una obra sin el permiso del autor. La vulneración de este principio puede conllevar cuantiosas sanciones, que, en sus formas más graves, llegan a acarrear responsabilidades penales tipificadas en los artículos 270,271 y 272 del código penal.
¿Cómo puedo reclamar los derechos de autor?
Dada su relevancia, la protección de los derechos de autor se puede sustanciar a través de la vía civil, de la penal y también de la administrativa para luchar contra la piratería en Internet.
El procedimiento administrativo se recoge en la Ley 2/2019, donde se encomienda a la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio (artículo 195).
Los artículos 196 a 198 de la citada Ley 2/2019 incluyen otras normas de protección de las medidas tecnológicas y de la información.
Sin embargo, con la llegada de la era digital, el clásico copyright que restringe las posibilidades de distribución se queda obsoleto y por eso en algunos casos encontramos páginas web, imágenes, vídeos, etc. que tienen asignada una licencia de uso.
¿Qué es una licencia de uso y qué otros tipos de licencias existen?
Una licencia de uso es la autorización o permiso que da un titular de derechos de autor, para que otra persona utilice la obra de la forma señalada en el permiso. Esta autorización puede o no estar sujeta a un pago, lo que dependerá del titular de los respectivos derechos.
De esta forma se pretende poder licenciar una creación especificando qué derechos se reserva el autor y cuáles pone a disposición sin necesidad de ser consultado, sin necesidad de pedirle permiso.
Las licencias más utilizadas son las Creative Commons y nacieron con el objetivo de ayudar a los creadores de contenidos en internet a controlar cómo quieren compartir su propiedad intelectual
Licencia Creative Commons.
Muchos autores quieren compartir su trabajo y poder volver a utilizarlo, modificarlo y distribuirlo con otros. El autor puede crear su propia licencia simplemente mencionando sus condiciones en un lugar visible a todos los usuarios.
Las licencias Creative Commons no reemplazan a los derechos de autor, sino que se apoyan en estos para elegir los términos y condiciones de la licencia de una obra, y pretenden facilitar y promover la labor de los titulares de dichos derechos.
Por lo tanto, para poder usar cualquier contenido encontrado en internet hay que atenerse a las condiciones que haya indicado su autor o autora o titular de los derechos:
Si tiene copyright, se debe solicitar autorización antes de hacer cualquier uso que no sea simplemente la consulta y si no se indica nada, hay que suponer que tiene copyright.
Si tiene licencia Creative Commons, hay que atenerse a las condiciones que marque la licencia.
Las licencias de derechos de autor "Creative Commons" son uno de los instrumentos más conocidos de copyleft.
¿En qué consiste el copyleft?
El copyleft consiste en el ejercicio del derecho de autor fomentando el libre uso y distribución de una obra. Los autores pueden aplicar una licencia con copyleft a programas informáticos, obras de arte, textos, o cualquier otro trabajo creativo regido por el derecho de autor.
Si el objetivo es que un programa u obra sea libre, lo más sencillo es ponerlo en el dominio público, sin derechos reservados.
